Llegar a casa y encontrar un sillón mordido, una maceta destruida o un par de zapatillas rotas es una situación que muchos conocen bien. Aunque pueda parecer simplemente una travesura, los comportamientos destructivos en los perros suelen tener una causa más profunda. Entender por qué ocurren y cómo actuar frente a ellos es clave para mejorar la convivencia y el bienestar del animal.

¿Qué son los comportamientos destructivos y por qué aparecen?

Los comportamientos destructivos son acciones repetitivas en las que el perro daña objetos del entorno: muerde muebles, rompe ropa, cava pozos en el jardín o rompen la basura. No lo hace por maldad ni por “venganza”, como a veces se cree, sino que estos comportamientos suelen estar asociados a lo siguiente:

Falta de estimulación física o mental: el perro se aburre y busca algo que lo mantenga ocupado.

Ansiedad por separación: se angustia cuando está solo y canaliza esa emoción rompiendo cosas.

Estrés o cambios en el entorno: mudanzas, nuevos integrantes en la familia o rutinas alteradas pueden generar inestabilidad emocional.

Etapas del desarrollo: los cachorros, por ejemplo, atraviesan una fase de dentición que los lleva a morder todo lo que encuentran.

En todos los casos, es importante recordar que se trata de una forma de comunicación. El perro no intenta “portarse mal”, sino expresar algo que necesita o le molesta.

 

Tipos de comportamientos destructivos y cómo actuar

1. Morder objetos del hogar

Este es uno de los comportamientos más comunes, sobre todo en perros jóvenes.

Qué podés hacer:

- Ofrecé juguetes seguros y variados para redirigir la necesidad de morder.

- No uses objetos viejos (como zapatillas viejas) para jugar, porque puede confundirlos.

- Supervisá al perro cuando esté suelto por la casa, sobre todo si es cachorro.

 

2. Romper cosas cuando queda solo

Puede ser un signo de ansiedad por separación.

Qué podés hacer:

- Creá una rutina clara de salidas y llegadas. Evitá despedidas exageradas.

- Usá juguetes rellenos de comida para que se entretenga solo.

- Consultá con un profesional si el problema persiste: la ansiedad puede requerir trabajo conductual o incluso apoyo veterinario.

 

3. Cavar pozos 

Este comportamiento puede deberse a aburrimiento, instinto o incluso a la búsqueda de frescura en días de calor.

Qué podés hacer:

- Aumentá el ejercicio diario. Salidas más largas o juegos activos pueden ayudar mucho.

- Designá una zona del jardín donde sí pueda cavar y escondé allí premios para redirigir la conducta.

- Evitá dejarlo solo demasiado tiempo sin estímulos.

 

4. Revolver la basura o robar comida

Suele estar relacionado con el instinto y la falta de control del entorno.

Qué podés hacer:

- Asegurate de que los tachos estén fuera de su alcance o bien cerrados.

- No dejes comida al alcance ni sobre la mesa.

- Trabajá comandos básicos como “no” o “soltá” de forma positiva y constante.

 

Corregir comportamientos destructivos lleva tiempo, pero es posible con paciencia, atención y estrategias adecuadas. En muchos casos, revisar la alimentación, aumentar el ejercicio diario y ofrecer juegos de estimulación mental puede marcar una gran diferencia.