Cuando se trata de cuidar a tu perro, sabés que la comida es mucho más que llenar un plato: es salud, energía y calidad de vida. Pero si alguna vez intentaste leer una etiqueta de alimento balanceado, seguramente te encontraste con términos raros, porcentajes confusos y una lista interminable de ingredientes. ¿Harina de subproductos? ¿Aditivos? ¿Conservantes? ¿Qué significa todo eso?

En esta nota, te contamos cómo interpretar las etiquetas para que puedas elegir con confianza lo mejor para tu compañero de cuatro patas.

 

 ¿Qué son las etiquetas y por qué es importante leerlas?

Las etiquetas de los alimentos balanceados son documentos obligatorios. Están reguladas por el SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) y deben brindar información clara sobre la composición, aporte nutricional, instrucciones de uso y origen del producto.

Leerlas no es solo un acto de curiosidad: es una forma de asegurarte de que el alimento sea:

-Apropiado para la etapa de vida de tu perro (cachorro, adulto o senior).

-Nutricionalmente completo y balanceado.

-Adecuado para su raza, tamaño, nivel de actividad o condición médica.

-Seguro y libre de ingredientes no deseados (por ejemplo, si tu perro tiene alergias).

Además, cuando sabés interpretar lo que dice la etiqueta, podés evitar productos de baja calidad disfrazados con nombres atractivos.

 

¿Qué aparece en la etiqueta y cómo entender cada parte?

Lista de ingredientes

Se ordena de mayor a menor en función de su peso. Esto significa que los primeros ingredientes son los más abundantes.

Lo ideal es que los ingredientes de origen animal aparezcan entre los primeros en la lista. Esto incluye harinas de carne (como pollo, cordero,  pescado, etc), subproductos animales (que no son desperdicios, sino vísceras y carnes altamente nutritivas), huevo y derivados lácteos.

Estos ingredientes son fuentes de proteínas de alta calidad y digestibilidad, es decir, el organismo de tu mascota puede aprovecharlas fácilmente. Los aminoácidos que las forman son esenciales porque el cuerpo no puede producirlos por sí solos . Las proteínas ayudan a mantener la masa muscular, forman parte de las defensas (anticuerpos), enzimas y hormonas, y cumplen un rol clave en la salud general.

Los cereales y granos son ricos en carbohidratos complejos, que se convierten en una fuente de energía accesible y eficiente para nuestras mascotas, especialmente para perros activos.Muchos granos aportan vitaminas del grupo B, minerales como hierro y magnesio, y antioxidantes naturales que apoyan el sistema inmunológico.

En los alimentos secos (como croquetas), los granos ayudan a dar forma, textura y estabilidad al producto final. Esto también mejora su conservación y palatabilidad.

Algunas fórmulas contienen verduras y frutas.

Las verduras como zanahoria, calabaza, espinaca o brócoli son ricas en vitaminas, minerales y antioxidantes. Ayudan a mantener un sistema inmunológico fuerte, favorecen la salud ocular y contribuyen a una mejor digestión. Además, muchas contienen betacarotenos y fitoquímicos con propiedades antiinflamatorias naturales.

Las frutas como manzana, arándano, etc, aportan antioxidantes naturales, como la vitamina C y polifenoles, que ayudan a combatir el estrés oxidativo y a mantener la salud celular. También suman un sabor agradable sin necesidad de aditivos artificiales.

Las fibras son claves para la salud digestiva.

Las fibras solubles (como la de la pulpa de remolacha): ayudan a nutrir las bacterias buenas del intestino (efecto prebiótico).

Las fibras insolubles ( como la celulosa, miscanthus) mejoran el tránsito intestinal y previenen la constipación.

Además, las fibras pueden ayudar a controlar el peso y dar sensación de saciedad en mascotas con tendencia al sobrepeso y en gatos controlan las bolas de pelo.

 Análisis garantizado

Se muestran los porcentajes mínimos y máximos de los principales nutrientes

Proteína Bruta: fundamental para músculos, órganos y el sistema inmunológico. Este valor no debe tomarse como un dato aislado , sino que debe relacionarse con la lista de ingredientes, ya que no sólo la cantidad es importante , sino la calidad, es decir de dónde provienen.

Grasas, extracto etéreo o lípidos: aportan energía y ácidos grasos esenciales como omega 3 y 6.

Fibra cruda: ayuda al tránsito intestinal.

Humedad: indica cuánta agua contiene el alimento. Los secos suelen rondar el 10 %, los húmedos pueden superar el 75 %.

Cenizas (materia mineral): representan el contenido mineral total. Un valor muy alto puede indicar exceso de minerales no deseados.

Aditivos y conservantes:

Se incluyen para preservar el alimento, mejorar su palatabilidad 

Antioxidantes: pueden ser sintéticos o naturales (como tocoferoles o extracto de romero) 

Recomendaciones de uso

Se incluye la ración diaria sugerida según peso corporal, aunque es solo una guía general. Factores como edad, nivel de actividad, salud y metabolismo también influyen, así que siempre es mejor consultar al veterinario.

Etapa de vida y características específicas

La etiqueta debe indicar si el alimento está formulado para:

-Cachorros (crecimiento)

-Adultos (mantenimiento)

-Perros mayores (senior)

-Perros con necesidades especiales (alergias, sobrepeso, problemas renales, etc.)

También puede señalar si es un alimento completo (apto como única fuente de comida) o complementario (requiere ser combinado con otros alimentos).

 

 Algunos conceptos clave que conviene conocer

“Alimento balanceado completo”: cumple con los requerimientos nutricionales diarios sin necesidad de suplementos.

“Alimento premium o super premium”: no están regulados por una norma específica, pero suelen tener mayor digestibilidad, mejor calidad de ingredientes y menor cantidad de subproductos o rellenos.

“Grado humano”: indica que los ingredientes son aptos para consumo humano, aunque no necesariamente el producto final lo sea.

“Sin cereales” o “grain-free”: no siempre es sinónimo de mejor calidad. En algunos casos se reemplazan con otros carbohidratos como papa o legumbres.

En resumen: ¿Cómo elegir el mejor alimento según la etiqueta?

-Leé siempre la etiqueta.

-Priorizá alimentos con proteínas animales claras y de calidad como primeros ingredientes.

-Evitá productos que no detallen bien sus componentes.

-Consultá con un veterinario de confianza para elegir según las necesidades específicas de tu perro.

No te dejes llevar solo por el packaging: lo que importa está en la etiqueta y en su contenido.